tongues of fire

Zungen wie von Feuer

Und es erschienen ihnen Zungen wie von Feuer, die sich zerteilten und sich auf jeden von ihnen setzten. Und sie wurden alle vom Heiligen Geist erfüllt. (Apostelgeschichte 2,3-4a)

Als die 120 Jünger Jesu in dem oberen Raum versammelt waren, passierte etwas Bemerkenswertes. Zuerst war da ein ungewöhnliches Geräusch, das wie ein starker Wind klang und das das ganze Haus erfüllte (Apostelgeschichte 2,2).

Mit dem Geräusch des Winds kam noch etwas Seltsames: und es erschienen ihnen Zungen wie von Feuer, die sich zerteilten und sich auf jeden von ihnen setzten. Eine Flamme erschien auf dem Kopf eines jeden Jüngers. Wahrscheinlich bedeutet die Beschreibung die sich teilten, dass die Flammen flackerten – so als ob sie tatsächlich brannten.

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Dieses erstaunliche Ereignis kann man wohl mit der Prophezeiung von Johannes dem Täufer in Verbindung bringen, der sagte, dass Jesus sie mit dem Heiligen Geist und mit Feuer taufen werde (Matthäus 3,11).

In der Bibel steht hinter dem Bild des Feuers meistens Reinheit, da man mit Feuer Gold von Verunreinigungen befreite. Feuer verbrennt das, was vergänglich ist. Es ist eine hervorragende Illustration für das Prinzip, dass die Erfüllung mit dem Heiligen Geist nicht nur eine abstrakte Macht ist, sondernReinigung.

Im Alten Testament gibt es einige Stellen an denen Gott Sein Gefallen an einem Opfer zeigte, indem Er es selbst entzündete – das heißt es kam Feuer vom Himmel und verzehrte das Opfer. Die Erfahrung, die die Jünger an Pfingsten machten, ist ein weiteres Beispiel dafür, wie Gott Feuer vom Himmel schickt, um Seine Gunst und Seine Macht zu zeigen. Doch dieses Mal kam es auf lebendige Opfer (Römer 12,1).

Der Heilige Geist setzte sich auf jeden von ihnen. Ein Kommentator (A.T. Pierson) sagte, dass hinter dem Wort setzte eine bestimmte Bedeutung liegt – es bedeutet Beständigkeit und andauernder Zustand. Dieser Gedanke ist wichtig.

Unter dem Alten Bund lag der Heilige Geist auf Gottes Volk als Nation, also auf Israel. Doch unter dem Neuen Bund ruht der Heilige Geist auf Gottes Volk als Individuen – die Feuerzungen setzten sich auf jeden von ihnen. Dieses seltsame Phänomen war noch nie vorher geschehen und geschah auch nie wieder in der Bibel, doch es sollte einen Punkt betonen: dass der Geist Gottes sowohl mit als auch in ihnen und auf jedem Einzelnen war.

Doch am allerwichtigsten ist: sie wurden alle vom Heilige Geist erfüllt. Das Geräusch des Winds und die Feuerzungen waren nur ungewöhnliche vorübergehende Phänomene, die das eigentliche Geschenk begleiteten – das Erfülltwerden mit dem Heiligen Geist.

Wir sollten heute nicht erwarten, dass wir Wind hören oder Feuerzungen sehen, wenn der Heilige Geist unter Gottes Kindern wirkt. Aber wir können und sollten erwarten, mit dem Geist erfüllt zu werden, wenn wir im Glauben empfangen und zulassen, dass Er uns reinigt.

 

tongues of fire

Lenguas de fuego

Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo. (Hechos 2:3-4a)

Sucedió algo maravilloso cuando los 120 discípulos de Jesús se reunieron en el aposento alto. Primero, hubo un sonido inusual, algo que sonaba como un viento recio, el cual llenó toda la casa (Hechos 2:2).

Luego, después de que empezó el sonido del viento, vieron otra cosa extraordinaria: les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Una llama apareció sobre la cabeza de cada discípulo. Probablemente, la descripción de “lenguas repartidas, como de fuego” tiene el sentido de que las llamas estaban ardiendo y activas, apareciendo como si estuvieran quemando, pero sin dejar ninguna marca, incluso cuando estaban sobre cada uno de ellos.

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Este maravilloso suceso probablemente debe relacionarse con la profecía de Juan el bautista de que Jesús vendría para bautizar en Espíritu Santo y fuego. (Mateo 3:11)

A través de la Biblia, la idea detrás de la imagen del fuego suele ser de purificación, como el refinador usa el fuego para crear oro puro; o el fuego puede quemar lo que es temporal, dejando solo lo que durará. Esta es una excelente ilustración para el principio de que el llenamiento del Espíritu Santo no es solo para recibir poder, sino purificación.

En ciertos lugares del Antiguo Testamento, Dios mostró Su placer con un sacrificio al encender el fuego Él mismo, es decir, al mandar el fuego del cielo para descender y consumir el sacrificio. La experiencia que tuvieron los discípulos el día de Pentecostés es otro ejemplo de Dios enviando fuego desde el cielo para mostrar Su placer y poder, pero esta vez, descendió sobre sacrificios vivos (Romanos 12:1).

El Espíritu Santo se posó sobre cada uno de ellos. Un comentarista (A.T. Pierson) dijo que había un significado detrás de esa palabra asentándose: que tiene la idea de permanencia en la posición y una condición duradera. Esa idea es importante.

Bajo el antiguo pacto, el Espíritu Santo se posó sobre el pueblo de Dios pero más como una nación, es decir, Israel. Pero bajo el nuevo pacto, el Espíritu Santo se posa sobre el pueblo de Dios como individuos; las lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Este fenómeno extraño nunca había sucedido antes y nunca volvería a ocurrir en las páginas de la Biblia, pero se dio para enfatizar este punto: que el Espíritu de Dios estaba presente con y en y sobre cada individuo.

Lo más importante de todo: fueron todos llenos del Espíritu Santo. El sonido del viento recio y las lenguas repartidas, como de fuego fueron solo un fenómeno temporal inusual, que acompañó al verdadero don, ser lleno del Espíritu Santo.

Hoy en día, no debemos esperar escuchar el sonido del viento o ver una lengua de fuego cuando el Espíritu Santo se mueve entre el pueblo de Dios. Pero podemos y debemos esperar ser llenos del Espíritu al recibir con fe y dejar que nos refine y purifique.

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