Probando la suerte
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles. (Hechos 1:24-26)
Después de pensar acerca de lo que la Biblia decía, los discípulos entendían que debían elegir a alguien que tomara el lugar del Judas muerto y deshonrado. Como dice en Salmo 109:8, otro debe tomar el oficio de Judas.
¿Cómo deberían elegir al que sería el duodécimo apóstol? Los discípulos hicieron las cosas correctas. Estaban en un lugar de obediencia a Dios. Buscaron la voluntad de Dios en las Escrituras. Usaron algo del sentido común. Además, también oraron (Hechos 1:24). Para ellos era fácil orar porque ya lo estaban haciendo (Hechos 1:14). Probablemente se recordaron de los tiempos cuando Jesús oró antes de escoger a los doce discípulos (Lucas 6:12-13).
Luego, hicieron algo un poco inusual: echaron suertes. Esto básicamente era tirar dados para obtener la respuesta. Muchos han cuestionado este método; no parece espiritual decidir sobre la voluntad de Dios tirando dados.
Sin embargo, pienso que cuando echaron suertes, realmente confiaron en Dios. Aunque todavía no habían sido llenos del Espíritu Santo como pronto lo estarían, todavía querían escoger un método que les hiciera depender en Dios. Tal vez se recordaron de Proverbios 16:33: La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella.
Algunos insisten que Matías fue la elección equivocada y que el uso de suertes para hacer la decisión no fue correcto. La idea es que Dios eventualmente habría escogido a Pablo si el oficio de Judas hubiera quedado disponible. Pero debemos respetar el testimonio de las Escrituras; Dios no quiso que el oficio permaneciera libre. Si hubiera permanecido sin llenar, podría verse como una victoria para Satanás; hubiese sido como si Jesús escogiera a 12, pero uno quedó corto y por lo tanto Satanás derrotó el deseo de Jesús de tener 12 apóstoles.
En cuanto a Pablo, claramente se consideraba a sí mismo un apóstol, pero uno nacido fuera de tiempo (1 Corintios 15:8). No parece que Pablo se opusiera a la selección de Matías.
Echar suertes puede ser una forma imperfecta de discernir la voluntad de Dios, pero es mucho mejor que algunos métodos que muchos cristianos usan hoy en día para tomar grandes decisiones:
– Dependen de sus emociones.
– Dependen de las circunstancias.
– Dependen de los sentimientos.
– Dependen de los deseos carnales.
¡Sería mejor tirar los dados y confiar en Dios por los resultados!
Al final de todo, Matías fue contado con los once apóstoles. Yo creo que Dios los guió a la decisión correcta y también nos guiará a nosotros cuando le obedecemos, buscamos las Escrituras, oramos y confiamos en Él. ¡Hazlo hoy!
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