Salmo 19 – Los Cielos, la Palabra, y la Gloria de Dios
El título nos habla tanto del autor y la audiencia de este Salmo: Al Músico Principal. Salmo de David. Algunos creen que el Músico Principal es Dios mismo, y otros suponen que es un líder de coros o músicos de los tiempos de David, tal como Hemán, el Cantante, o Asaf (1 Crónicas 6:33, 16:17 y 25:6). “Este Salmo refleja, más que ningún otro, la belleza y esplendor de la poesía Hebrea encontrada en el Salterio. C.S. Lewis escribió, ‘Este es el más grande poema en el Salterio y una de las mejores líricas del mundo.’” (VanGemeren)
A. El mensaje de los cielos.
1. (1-4a)
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día,
Y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje, ni palabras,
Ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz,
Y hasta el extremo del mundo sus palabras.
a. Los cielos cuentan la gloria de Dios: David miró a los cielos – no el cielo espiritual donde Dios esta entronado, sino los cielos del cielo azul y el cielo de la noche – y claramente vio la gloria de Dios declarada.
i. Podía verlo en el cielo azul, con la gloria del sol y las nubes y la belleza de los amaneceres y atardeceres.
ii. Podía ver el cielo de la noche, con el brillo de la luna, el asombro del cielo estrellado y la extensión de las nubilosas de las galaxias distantes.
iii. Estos en su conjunto – con sus tamaños, su asombro, su grandeza – clamaban a David y a todos los que veían, “El Dios que creó todo esto es glorioso, y es evidencia de Su gloria.”
· Él es glorioso en Su grandeza, al haber creado algo tan grande.
· Él es glorioso en Su ingeniería, al haber creado algo que se conjuga tan bien.
· Él es glorioso en Su arte, al haber creado algo tan hermoso.
· Él es glorioso en Su bondad y misericordia, al haber creado algo para que toda la humanidad pudiera ver.
b. Y el firmamento anuncia la obra de sus manos: David repite la idea de la línea anterior. “Firmamento” es una manera poética de referirse al cielo, y muestra la obra de las manos de Dios.
c. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría: El cielo del día y el cielo de la noche nos hablan, y revelan el conocimiento sobre la gloria, sabiduría y grandeza creativa de Dios.
i. Emite palabra: “Esto tiene una fuerte connotación en el texto Hebreo que lo que aparece en Español, ya que la ilustración es literalmente de una fuente de la cual brota de manera rebosante aguas dulces y refrescantes de revelación.” (Boice)
ii. Declara sabiduría: “La sabiduría está bien emparejada con la noche, ya que sin el cielo de la noche el hombre no hubiera conocido, hasta recientemente, nada más que un universo vacío.” (Kidner) Si Dios no hubiera colocado las estrellas en el cielo de la noche, la oscuridad de la noche hubiera comunicado de una manera poderosa a toda la humanidad, tanto antigua como moderna, “No hay nada ni nadie allá afuera.”
iii. “Aunque todos los predicadores en la tierra callen, y cada boca humana deje de publicar la gloria de Dios, los cielos jamás dejarán de declarar y proclamar su majestad y gloria. Por siempre están predicando; ya que, como una cadena inquebrantable, su mensaje es entregado de día a día, y de noche a noche.” (Tholuck, citado en Spurgeon)
iv. “El día nos manda labor, la noche nos recuerda que nos preparemos para nuestra morada final el día nos ofrece trabajo para Dios, y la noche nos invita a descansar en él; el día nos dice que busquemos días sin final, y la noche nos advierte que escapemos de la noche eterna.” (Spurgeon)
d. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz: La gloria de Dios en el cielo visible es para que todos lo vean; es comunicada a toda la humanidad, sin importar su lenguaje. Es un mensaje ha salidopor toda la tierra.
i. El Apóstol Pablo explicó esta idea en Romanos 1. Explicó que las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa(Romanos 1:20). Pablo nos dijo esto debido a que este testimonio había salido por toda la creación, todos los hombres no tienen excusa por rechazar a Dios, quien nos dio tan clara (y hermosa) evidencia de Su poder y sabiduría.
ii. “Si un hombre viviera bajo el suelo, y conversara allí con las obras de arte y mecanismo, y luego si fuera sacado hacía la luz del día, y al ver las distintas glorias del cielo y la tierra, inmediatamente las pronunciaría como las obras de un Ser al cual nosotros definimos como Dios.” (Aristóteles, citado en Spurgeon)
iii. “Para el científico que ha vivido por su fe en el poder de la razón, la historia termina como un mal sueño. Ha escalado las montañas de la ignorancia; está a punto de conquistar el pico más alto; mientras se jala sobre la roca, es saludado por una banda de teólogos que han estado sentados allí por siglos.” (Robert Jastrow, citado en Boice)
2. (4b-6) El mensaje de los cielos es fuerte y glorioso.
En ellos puso tabernáculo para el sol;
Y éste, como esposo que sale de su tálamo,
Se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida,
Y su curso hasta el término de ellos;
Y nada hay que se esconda de su calor.
a. En ellos puso tabernáculo para el sol: David poéticamente describió el cielo de la hora de la noche como un lugar de morada – una tienda, un tabernáculo– para el sol. El sol sale de “su tienda” cada día para cruzar los cielos, y regresa a su tabernáculo en la noche.
i. “Dios le ha asignado su lugar para ocupar y su curso por correr; todo el cielo es una simple tienda y pista.” (Kidner)
b. Y éste, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino: El sol recorre su camino a través del cielo con fuerza y alegría; como un hombre en su flor de la vida, o un atleta que corre la carrera.
i. “Todos estarían de acuerdo que el salmo, que si se asoma a la mitología, la repudia. El sol puede ser ‘como’ un esposo o un atleta; de hecho no es más que una parte gloriosa de la ‘obra de la mano’ de Dios.” (Kidner)
c. De un extremo de los cielos es su salida… nada hay que se esconda de su calor: El sol cubre todo el cielo, y su fuerza se extiende por todas partes. Es un maravilloso ejemplo de la gloria de Dios declarada en los cielos.
B. El mensaje de la Palabra de Dios.
1. (7-9) El carácter glorioso de la palabra de Dios, descrito de siete maneras.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
a. La ley de Jehová: Aquí David cambió abruptamente de alabar a Dios, quien se revela a Sí mismo en la creación, a alabar al mismo Dios por revelarse a Sí mismo en Su palabra. Es como si David dijera, “la creación nos habla mucho de Dios, pero Su palabra nos dice mucho más.”
i. “‘Dos cosas’, de acuerdo con Kant, ‘llena la mente con cualquier nueva e creciente admiración, y maravilla… los cielos estrellados arriba y la ley moral dentro de sí.’ El salmo trasciende el segundo de estos temas, al ver la ley divina revelada.” (Kidner)
ii. Una razón por la cual la palabra es mayor revelación que la creación es que nos dice mucho más de Dios. Le revela como el Dios del pacto de amor, de la manera que es reflejado en la estructura de este salmo. En Salmo 19:1-6, Dios es mencionado comoEl– la palabra más genérica para Dios en el lenguaje Hebreo (aun más genérico que la que comúnmente se utilizaba, Elohim). Pero aquí, en el Salmo 119:7-9, Dios es mencionado como Yahvéh(Jehová), el Dios del pacto de amor y fidelidad para Su pueblo.
iii. “Es sabio aquel que lee tanto el libro del mundo como el libro de la Palabra, como dos volúmenes de la misma obra, y siente en cuanto a ello que, ‘Mi Padre escribió los dos.’” (Spurgeon)
iv. David luego explica siete declaraciones gloriosas sobre la palabra de Dios; que maravilloso y efectivo es. Como es común en otros lugares – especialmente al gran Salmo 119– David utiliza una variedad de expresiones para referirse a la palabra de Dios (ley, testimonio, mandamientos, precepto, temor, juicios). Es mejor el ver éstos como términos poéticos que describen la revelación escrita de Dios en general, en lugar de algún tipo específico de revelación (tales como solamente las leyes dadas en la ley de Moisés).
b. La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma: La palabra de Dios es perfecta. Nos da todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3). Aunque no nos da todo el conocimiento, todo el conocimiento que nos da es verdadero y perfecto. Al entenderse en su contexto literario, la palabra de Dios jamás esta errada en la ciencia o historia o el entendimiento de lo divino o la naturaleza humana.
i. Parte de la perfección de la palabra de Dios es que es efectiva; hace la obra que convierte el alma. Hay poder en la lectura, y el escuchar y estudiar la palabra de Dios, el cual va más allá del beneficio intelectual; en realidad cambia para lo mejor, convierte el alma.
ii. La palabra Hebrea traducida a convierte quizás sea mejor entendida como revivir; esto es, traer nueva vida al alma. “Primero, la palabra de Dios ‘revive.’ Su cualidad de restauración da sanidad a toda la persona, al asegurarle perdón y purificación, y al dar vida a los piadosos.” (VanGemeren)
c. El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo: La palabra de Dios es fiel, al ser confiable y certera. Como el Salmista escribiera en el Salmo 119:89,Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos.
i. “Fiel, por su forma pasiva, no solamente significa que es firme, sino que es confirmada:‘verificada’ enGénesis 42:20.” (Kidner)
ii. Ya que es fiel y seguro, hace la obra de hacer sabio al sencillo. Muchas personas con una sencilla educación o crianza tienen una tremenda sabiduría hacia la vida y piedad debido a que estudian y confían en la fiel palabra del Señor.
d. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón: La palabra de Dios y los mandamientos contenidos en ellos son rectos. Son moralmente rectos, son por práctica rectos, y universalmente son rectos. Son rectos porque son la revelación de un Dios que es santo, verdadero, y siempre recto.
i. Son rectos: “El hacer recto, suave, correcto, bien, opuesto con torcido, en la mente o conducta; mostrando lo que el hombre debe ser, tanto dentro como fuera.” (Clarke)
ii. Aquel que conoce la palabra de Dios y al Dios de la palabra se regocija en esto. Encuentran gozo; un verdadero placer en la verdad de Dios y el compañerismo con Dios revelado en Su palabra.
e. El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos: Ya que la palabra de Dios viene de un Dios que en Sí mismo es puro y santo, es en sí misma pura. Un Dios puro no puede comunicarse de otra manera. Nunca debemos de preocuparnos sobre la palabra de Dios en que conducirá a las personas hacia el pecado o la impureza; si esto parece haber sucedido, es evidencia de que las escrituras han sido torcidas (2 Pedro 3:16).
i. Esta palabra pura alumbrará los ojos. Sacará el ánimo y el consuelo y el conocimiento y la confianza que una luz en medio de la oscuridad pueda traer.
f. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre: La palabra de Dios es limpia, y por lo tanto permanece para siempre. Nunca se desvanecerá o corroerá, disminuyendo debido a la impureza. Es limpio y limpia.
i. Aquí David llamó a la palabra de Dios “el temor de Jehová.” Está profundamente conectado con el asombro y la majestad de Dios mismo. Aquel que lee y escucha y estudia la palabra de Dios, encontrándose con Él en Su palabra, tendrá una apropiada apreciación del asombro y majestad de Dios –el temor de Jehová.
g. Los juicios de Jehová son verdad, todos justos: David resumió esta hermosa cadena de siete perlas, cada cual describiendo algún aspecto de la palabra de Dios. Aquí declaró que las palabras de Dios son verdad, todos justos; no hay nada falso o injusto en Su palabra.
i. No hay algún aspecto aplicado a esta declaración como en los seis anteriores. Para David era suficiente simplemente el decir: “verdad, todos justos.” Quizás David asumió que seríamos sabios y lógicos para aplicarlos a nosotros mismos: “Por lo tanto léelo, estúdialo, medítalo, ámalo, vívelo.”
ii. Recuerda que el Rey David escribió esto con solo una fracción de lo que nosotros tenemos hoy como la palabra de Dios; y por la mayoría de los registros su porción no era tan gloriosa como la completa revelación de Dios. David tendría los primeros cinco libros de Moisés (Génesis a Deuteronomio); Josué, Jueces, unos pocos Salmos, y quizás Job y Rut. Podemos imaginar lo que el Rey David escribiría sobre Isaías u Oseas, o todo el Salterio; mucho menos alguno de los libros del Nuevo Testamento. ¡Podemos decir con confianza que la palabra de Dios es más gloriosa de lo que el Rey David conocía!
2. (10-11) El gran valor de la palabra de Dios.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande galardón.
a. Deseables son más que el oro: El Rey David insistió que el valor de la palabra de Dios – Su revelación escrita para el hombre – era más valiosa y deseable que el mismo oro. David no quería ninguna cantidad de dinero o riqueza para mandar su atención y afecto más que la palabra de Dios.
i. El Rey David era un hombre inmensamente rico, pero rara vez es conocido por sus riquezas. Es más conocido por su gran corazón hacia Dios. Su hijo Salomón fue aun más rico que David, y fue conocido por sus riquezas – pero no tanto por su corazón para con Dios y su amor hacia la palabra de Dios.
ii. Si no fuera suficiente el decir que la palabra de Dios debía ser más deseable que el oro, el Rey David amplificó dicho punto al decir, “más que mucho oro afinado.”
iii. “Esto es estrictamente cierto; pero, ¿quién lo cree? Para la mayoría de los hombres el oro es preferido en lugar de Dios y sus juicios; ¡y cambiarán cualquier porción celestial por oro y plata!” (Clarke)
b. Y dulces más que miel, y que la que destila del panal: Para el Rey David, la palabra de Dios no solamente era tenida en más estima que los bienes materiales, era mayor que las experiencias sensoriales. La miel es dulce y placentera para comer, pero la palabra de Dios es aún más dulce.
c.T u siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón: David aquí dio dos razones del porque Dios era mayor que cualquier bien material o placer sensorial.
i. La palabra de Dios da instrucción –advertencia–que la riqueza o los placeres no dan (amonestado).
· La amonestación es necesaria para pecados a los cuales somos susceptibles.
· La amonestación es necesaria para los peligros que no podemos ver.
· La amonestación es necesaria para los peligros que no apreciamos.
· La amonestación es necesaria para los peligros que están muy distantes en el futuro.
· La amonestación es a menudo rechazada.
ii. La palabra de Dios da beneficios –galardón– más grandes que la riqueza o placeres (grande galardón).
d. En guardarlos hay grande galardón: También es cierto que hay grande galardónpor guardar la Palabra de Dios; pero eso no es lo que aquí dijo el Salmista. Aquí David nota el galardón en guardarlos. Hay un sentido en la cual la obediencia se convierte en su propia recompensa, debido a que vivimos en la manera que Dios quiere y diseñó para que nosotros vivamos.
i. Una de los mayores galardones de la palabra de Dios es paz en la mente. “Una consciencia calmada es un pequeño paraíso. Un mártir fue sujetado en la estaca, y el alguacil que estaba por ejecutarlo expresó su tristeza de que aun perseveraba en sus opiniones, y le obligó a poner fuego en la hoguera. El mártir contestó, ‘No te turbes, ya que yo no estoy turbado. Ven y pon tu mano en mi corazón, y ve si no late quietamente.’ Su petición fue contestada, y halló que estaba quiero: calma. ‘Ahora,’ dijo él, ‘pon tu mano en tu propio corazón, y mira si no estás más agitado que yo; y luego ve por tu camino, y, en lugar de tener lástima de mí, ten lástima de ti mismo.’” (Spurgeon)
3. (12-13) El deseo por purificación interior.
¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
a. ¿Quién podrá entender sus propios errores? En el versículo anterior David reflexionó en las amonestaciones que halló en la palabra de Dios, y en el gran galardón que encontró en obedecer la palabra de Dios. Esto le hizo reflexionar en los tiempos y caminos que ignoró sobre las amonestaciones y no guardar la palabra.
i. Al preguntar, “¿Quién podrá entender sus propios errores?” David entendió que él ignoró y desobedeció la palabra de Dios aun más de lo que estaba consciente. Lo que sabía era suficiente para preocuparle; sus propios errores delante de Dios eran peores.
ii. De manera notable, el hecho de que nosotros no entendemos nuestros errores no nos excusan de ellos. Todavía debemos rendir cuentas por tales errores y faltas delante de Dios, y debemos confiar en Su expiación para limpiarnos de nuestros errores que aun son ocultos.
b. Líbrame de los que me son ocultos: Al saber que no podía conocer cuántos errores tenía delante de Dios, el Rey David sabiamente oró esta oración. Él necesitaba ser librado aun de los pecados y faltas que eran secreto para él.
i. “Deseamos la pureza interna de corazón. Pero esto es peculiarmente la prerrogativa de Dios. Es su obra el limpiar los pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de su Espíritu Santo. ‘Líbrame.’” (Meyer)
ii. Los que me son ocultos: “De aquellos que omití y he olvidado; de aquellos que no me he arrepentido; de aquellos que han sido cometidos en mi corazón, pero no han sido sacados para actuar en mi vida; por aquellos que he cometido sin saber que eran pecados, pecados de ignorancia; y de aquellos que he cometido en privado, de los cuales me avergonzaría y estaría confundido si se harían públicos.” (Clarke)
c. Preserva también a tu siervo de las soberbias: David añadió esto porque sabía que su problema era mayor que los ocultos y errores desconocidos. Sin la ayuda de Dios (por la cual el oró), él también fue perfectamente capaz de cometer pecados de soberbias; pecados hechos con soberbia y de una manera abierta.
i. Cosas que hacen que los pecados sean soberbios.
· Cuando sabemos lo que hacemos.
· Cuando amigos nos han amonestado.
· Cuando Dios mismo nos ha amonestado.
· Cuando hemos amonestado a otros sobre el mismo pecado.
· Cuando planeamos y apapachamos nuestro pecado.
ii. “Los Rabinos aquí observan como el profeta incrementó su petición, primero perdón por pecados menores, y luego por poder por los mayores; como un mendigo, dicen ellos, primero piden poco agua, luego un bocado de pan. Debemos de hacer así también.” (Trapp)
iii. La descripción de errores, y faltas que son ocultos, y soberbias nos recuerdan que el pecado tiene una progresión.
· Va de una tentación pasajera hacia un pensamiento escogido (errores).
· Va de un pensamiento escogido a una meditación objetiva.
· Va de meditación objetiva hacia un cumplimiento deseado.
· Va de un cumplimiento deseado hacia un plan de acción (son ocultos).
· Va de plan de acción hacia la búsqueda de oportunidad.
· Va de la búsqueda de oportunidad hacia un acto realizado.
· Va de un acto realizado hacia una acción repetida.
· Va de una acción repetida a deleite (soberbias).
· Va de deleites hacia maneras nuevas y variadas.
· Va de maneras nuevas y variadas hacia el hábito.
· Va del hábito hacia la idolatría, demandando ser servidas.
· Va de la idolatría al sacrificio.
· Va del sacrificio a la esclavitud.
iv. Podemos decir que de toda esta continuidad el Espíritu Santo – y de manera optimista nuestra consciencia – diga, “No – ¡detente!” De toda esta continuidad se nos da la salida de escape por Dios (1 Corintios 10:13), si solamente la tomamos. Pero si no lo hacemos, y terminamos en esclavitud, legítimamente cuestiona el estado de nuestra alma (1 Juan 3:6-9).
v. Debido a este gran peligro, David oraba “Preserva también a tu siervo de las soberbias.” “Haz de notar que esta oración es la oración de un santo, la oración de un hombre piadoso de Dios. ¿Necesitaba David orar de esta manera? ¿Debía el ‘hombre tras el corazón de Dios’ clamar ‘preserva a tu siervo?’ Si, debía hacerlo.” (Spurgeon)
d. Que no se enseñoreen de mí: En efecto, el Rey David no solamente sabía que él era capaz de tales pecados, sino de que potencialmente podían enseñorearse de él. Su oración fue correctamente colocada; su amor por la palabra de Dios y su dependencia en Dios por medio de la oración le ayudaría a estar libre del dominio del pecado, el cual esclaviza.
i. Esta oración es aun más adecuada para aquel que se relaciona con Dios en base al Nuevo Testamento. Como escribiera Pablo,Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia(Romanos 6:14).
e. Entonces seré íntegro: David sabía que si el pecado era tratado en su vida – tratando tanto con los internos, pecados secretos, y externos, soberbios, pecados esclavizadores – entonces sería integro, y limpio de gran rebelión.
i. Esta no era una pretensión de una perfección sin pecar, ya sea que fuera alcanzada u obtenida antes de la resurrección. David sabía bien que él debía de ser limpiado, y confiar en el sacrificio perfecto de Dios – prefigurado por los sacrificios animales que practicaba en el sistema de Moisés. David entendió la inocencia e irreprochabilidad en un humano, en un nivel relativo y no en un sentido absoluto, de acuerdo a la medida Divina.
4. (14) Una oración por rendición y pureza.
Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
a. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti: David cerró este glorioso Salmo con una humilde rendición de su boca y corazón hacia Dios. Él sabía que la verdadera piedad no solamente era un asunto de lo que un hombre hacía, sino también de lo que decía y pensaba en su corazón.
i. Esta no era una proclamación orgullosa que sabía que era inocente y sin culpa; era una petición para que fuera hecha por el poder transformador de Dios.
ii. Sean gratos… delante de ti: “El salmo termina, no en la nota de evitar el pecado, sino en la de ofrecer de nuevo a Dios la respuesta apropiada de la mente hacia Sus propias palabras, como un sacrificio puro (Oseas 14:2). Esta es la implicación probable de sean gratos, un término hallado a menudo en contextos de sacrificio.” (Kidner)
b. Oh Jehová, roca mía, y redentor mío: El Rey David miró hacia el Señor Dios, el cual era su fuerza y redención. Él sabía que necesitaba a un Redentor, y que la fidelidad de Dios le rescataría.
i. Fortaleza también puede ser traducida a roca. La fuerza de Dios es como una poderosa roca, la cual nos rescata y nos da una posición estable.
ii. Redentor es aquella gran palabra Hebrea goel, el pariente redentor. Era el goel quien compraba a su pariente de la esclavitud; que lo rescataba de la bancarrota y de la pérdida total. El Rey David miró hacia Dios mismo como su pariente redentor.
iii. “Si nuestra Roca no fuera nuestro Redentor, estaríamos sin esperanza. Si nuestro Redentor no fuera nuestra Roca, aun podríamos tener temor. Es bueno el nunca olvidar ambas interpretaciones de estas dos revelaciones de Dios.” (Morgan)
iv. Este Salmo ha llevado un glorioso curso. Empieza reconociendo la gloria de Dios en la creación, luego la gloria de Su revelación escrita. Sigue con este gran Dios y Sus grandes obras, reconociendo David que era pequeño y pecaminoso. Pero este gran Dios también sería la Roca y Redentor de David mientras ponía su confianza en Él.
v. El glorioso Dios de la creación y revelación también fue el glorioso Dios de la relación personal y redención de Su pueblo. El Rey David sabía esto; también debemos nosotros de saberlo.
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