1 de Crónicas 12 – El ejército de David
“Cada palabra de este capítulo lleva en mente al más grande Hijo de David, y los hombres que lo rodean.”(G. Campbell Morgan)
A. La devoción del ejército de David.
1. (1-2) Hasta los benjamincitas, los parientes tribales de Saúl, fueron a David.
Estos son los que vinieron a David en Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes que le ayudaron en la guerra. Estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos para tirar piedras con honda y saetas con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín:
a. Estos son los que vinieron a David en Siclag: El tiempo de David en Siclag se describe en 1 de Samuel 27 y 30. Este fue un tiempo en el que David vivió en el territorio de los filisteos para escapar de la búsqueda homicida del rey Saúl.
b. Eran de los valientes que le ayudaron en la guerra. Estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos para tirar piedras con honda y saetas con arco: Durante el tiempo de David en Siclag, ciertamente vinieron guerreros poderosos y expresaron su alianza a David y a su causa. Esto fue especialmente sorprendente porque ellos eran de los hermanos de Saúl de Benjamín y por lo tanto tenían mucho que ganar si el reino de Saúl continuaba. Ellos escogieron a David sobre Saúl porque ellos sabían que Dios estaba con David.
i. Jueces 3:15y 20:16hace mención especial de los guerreros zurdos; ¡cuánto más si los soldados pueden usar ambas manos!
2. (3-15) El diverso ejército de David.
El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita, Ismaías gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad gederatita, Eluzai, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías harufita, Elcana, Isías, Azareel, Joezer y Jasobeam, coreítas, y Joela y Zebadías hijos de Jeroham de Gedor. También de los de Gad huyeron y fueron a David, al lugar fuerte en el desierto, hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas. Ezer el primero, Obadías el segundo, Eliab el tercero, Mismana el cuarto, Jeremías el quinto, Atai el sexto, Eliel el séptimo, Johanán el octavo, Elzabad el noveno, Jeremías el décimo y Macbanai el undécimo. Estos fueron capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor tenía cargo de cien hombres, y el mayor de mil. Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando se había desbordado por todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente.
a. Valiente entre los treinta, y más que los treinta: Como se mencionó en el capítulo anterior, el ejército de David parecía estar organizado en grupos de treinta o en líderes de treinta. De la misma manera, un centurión romano era supuestamente un líder de cien soldados.
i. “Ciertamente ‘treinta’ no se debe entender en términos numéricos precisos, como la lista lo demuestra, y o es un número bastante elástico o se refiere a un tipo especial de líder militar. La palabra ‘treinta’ en realidad podría referirse a un oficial de algún tipo, ya fuera un ‘oficial del tercer rango’ o un miembro de un escuadrón especial de tres hombres directamente responsable ante el rey.” (Selman)
b. Hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas: Estos gaditas eran soldados impresionantes:
· Hombres de guerra muy valientes: Eran hombres de gran valor y espíritu guerrero.
· Valientes para pelear: Eran hombres que pacientemente recibían el entrenamiento necesario para ser grandes guerreros.
· Diestros con escudo y pavés: Eran hombres hábiles en el uso de sus armas esenciales (tanto defensivas como ofensivas), con habilidad obtenida de su entrenamiento.
· Sus rostros eran como rostros de leones: Tenían la actitud tranquila de hombres que confiaban en Dios; tenían el semblante de guerreros feroces y tranquilos. “Impávidos, feroces y terribles para sus enemigos. Se atrevieron a mirar a la muerte a la cara en grandes aventuras en el campo.” (Trapp)
· Eran ligeros como las gacelas sobre las montañas: Eran hombres móviles, activos, listos para pelear cuando fuera necesario.
i. “La gracia de Dios puede hacernos valientes como leones, de tal manera que, donde quiera que estemos, podamos sostener nuestra verdad, o más bien podamos sostener la verdad de nuestro Señor, y nunca ruborizarnos ni avergonzarnos de hablar buenas palabras sobre él en todo tiempo. Él puede hacernos rápidos y activos también, para que seamos como gacelas sobre las montañas.” (Spurgeon)
c. Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando se había desbordado por todas sus riberas: Como ejemplo del valor de estos hombres, el cronista registra una ocasión en la que estos valientes guerreros cruzaron el Jordán en un tiempo peligroso (Josué 3:15y 4:18).
i. Adam Clarke sobre en el mes primero: “Quizás este era el mes de Nisan, el cual responde a una parte de nuestro Marzo y Abril. Esto probablemente era antes de que la nieve de las montañas se derritiera, justo cuando el Jordán comenzaba a desbordar sus riveras, esto haría su intento mucho más peligroso, y les daría prueba adicional de su heroísmo.”
ii. “Estos gaditas también nos proporcionan con un noble ejemplo de fuerte devoción. Cuando los once hombres determinaron unirse a David, estaban viviendo al otro lado de un rio profundo, el cual en esa temporada del año había desbordado sus orillas, por lo que estaba extremamente profundo y ancho. Pero esto no impediría que se unieran a David, cuando él los quiso, junto al rio. Ellos atravesaron el rio nadando para poder ir a David.” (Spurgeon)
3. (16-22) David recibe soldados leales en Siclag.
Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron a David al lugar fuerte. Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si es para entregarme a mis enemigos, sin haber iniquidad en mis manos, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande. Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores, pues también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la tropa. También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl (pero David no les ayudó, porque los jefes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con peligro de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl). Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés. Estos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército. Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un gran ejército, como ejército de Dios.
a. Y David salió a ellos: Esto nos muestra tanto el gran corazón de David como su confianza en Dios. El recibió a estos soldados de quienes tenía razones para sospechar. En sus palabras a los hijos de Benjamín, apeló a Dios por sabiduría y justicia.
b. el Espíritu vino sobre Amasai: Literalmente, esto “El Espíritu invistió a Amasai.” Esta frase del Antiguo Testamento solo se utiliza en Jueces 6:34 y 2 de Crónicas 34:20, pero pudo haber estado en la mente de Jesús cuando le prometió a sus seguidores que serían investidos de poder desde lo alto (Lucas 24:49).
i. “Amasai podría ser identificado con Amasa, el comandante del ejército de Absalón que después fue reincorporado por David (2 de Samuel 19:13).” (Selman)
c. Pues también tu Dios te ayuda: Lo que sea que los hijos de Benjamín supieran sobre David, ellos sabían que Dios ayudaba a David. Esto hacía que ellos quisieran seguirlo.
i. “Hemos observado el singular cuidado y la gracia que Dios tiene sobre ti, y su amabilidad hacia ti, y si nos opusiéramos a ti, seríamos guerreros contra Dios, su palabra y su providencia.” (Poole)
d. Los jefes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron: Durante su tiempo en Siclag, David intentó pelear junto con los filisteos contra Saúl y el ejército de Israel. Los líderes filisteos, temiendo que David planeara pasarse a su señor Saúl se negaron a permitir que David y sus valientes participaran en la batalla (1 Samuel 27).
e. Hasta hacerse un gran ejército, como ejército de Dios: Bajo la mano de Dios y su siervo David, estos hombres valientes – que comenzaron como personas inconformes que no tenían a donde ir (1 de Samuel 22:1-2) – se convirtieron en una fuerza increíble. David y sus hombres valientes se necesitaban mutuamente y no eran nada sin el otro.
B. El ejército real en Hebrón.
1. (23-37) El ejército de las tribus de Israel.
Y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón para traspasarle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehová: De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra. De los hijos de Simeón, siete mil cien hombres, valientes y esforzados para la guerra. De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos; asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil setecientos, y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre. De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque hasta entonces muchos de ellos se mantenían fieles a la casa de Saúl. De los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres. De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir a poner a David por rey. De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos. De Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón. De Neftalí, mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza. De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos. De Aser, dispuestos para la guerra y preparados para pelear, cuarenta mil. Y del otro lado del Jordán, de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con toda clase de armas de guerra.
a. De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos: Algunos piensan que los levitas tenían prohibido ir a la guerra, pero esto no se menciona específicamente. Números 1:47-53 dice que en ese censo no debían ser contados entre las otras tribus cuando los hombres que estaban listo para la batalla eran enumerados, pero no dice que no podían pelear nunca por Israel.
i. “A los levitas nunca se les prohibió participar en la actividad militar, a pesar de sus responsabilidades religiosas.” (Selman)
b. De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer: Algunas tradiciones antiguas atribuyen este entendimiento de los tiempos a una habilidad en astrología, sin embargo no hay fundamento para esta especulación. Más bien, simplemente deberíamos ver que estos hijos de Isacar que apoyaron al rey Saúl hasta el tiempo indicado, y en el momento indicado le dieron su apoyo a David.
i. “Y particularmente mostraron este punto de su sabiduría en este tiempo; Pues ellos habían seguido a Saúl mientras vivía, como sabiendo que aún no había llegado el tiempo para que David tomara posesión del reino.” (Poole)
ii. “De tal manera que sabían lo que se debía de hacer, y cuándo hacerlo, por una singular sagacidad, adquirida por una larga experiencia, más que por una astrología hábil.” (Trapp)
c. Dispuestos a pelear sin doblez de corazón: La idea detrás de la frase sin doblez de corazón es que estos eran hombres de un corazón sencillo o completo en su devoción al rey David. Esto se refleja en muchas otras traducciones:
· Ayudaron a David sin doblez de corazón (LBLA)
· Dispuestos a pelear sin cuartel en favor de David(NVI)
· Firmemente decididos a ayudar a David(DHH)
· Eran completamente leales a David (NTV)
i. “Leemos en el versículo 33 de Zabulón, cuyos guerreros no tenían doblez de corazón; el margen dice que estaban ‘sin un corazón y un corazón.’ El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos; no se puede confiar en su lealtad ni en su servicio a su rey.” (Meyer)
ii. Como estaban completamente comprometidos con su rey, podían estar dispuestos a pelear– esto es, permanecieron firmes en sus formaciones incluso bajo el corazón de la batalla. Su sencilla devoción a su rey los hizo capaces de permanecer juntos como una sola unidad.
iii. “A muchos les gusta romper filas, y hacen la obra de Dios de manera independiente. Cincuenta hombres que actúen juntos harán una mejor ejecución que quinientos actuado por separado. . . .Unidad es fuerza; y en sus esfuerzos por derrocar el reino de Satanás es de lo más esencial que los soldados de Cristo se muevan en rango y mantengan su paso.” (Meyer)
2. (38-40) Su gran apoyo del gran rey de Israel.
Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey. Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían preparado para ellos. También los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; provisión de harina, tortas de higos, pasas, vino y aceite, y bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
a. Para poner a David por rey sobre todo Israel: Esta celebración llegó tarde (alrededor de siete años después de la muerte de Saúl), pero llegó. Todo el pueblo de Dios reconoció a David como su rey. Significativamente, David no forzó su reinado sobre el pueblo; él esperó hasta que ellos estuvieron dispuestos a poner a David por rey sobre todo Israel.
i. “De todo parece de lo más evidente que la gran mayoría de las tribus de Israel deseaban ver al reino confirmado en las manos de David; No hubo nunca en ningún país un hombre más digno de la elección pública.” (Clarke)
b. Porque en Israel había alegría: Recibir a su rey legítimo y ungido trajo alegría a Israel.
i. “El párrafo en su conjunto, sin embargo, muestra que el pueblo de Dios es el verdadero héroe del capítulo. Esos israelitas ejemplifican el principio de que cuando el pueblo de Dios se compromete el uno con el otro en servicio obediente al rey elegido por Dios, encuentran tanto unidad como alegría.” (Selman)
ii. “La coronación de David fue la unificación del reino. Aquí está el secreto de la unidad de la iglesia. Nunca lo lograremos tratando de alcanzar unidad de pensamiento, o hechos, u organización. Es cuando cada corazón individual corone al Salvador que nos volveremos uno con todas sus almas hermanas en el reino eterno de Dios.” (Meyer)
©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com